Yoga Prenatal, acompañamiento y cuidado

Por Jackie Bustamante

El yoga Prenatal es una especialidad del yoga dedicada al periodo de embarazo. Dentro de los diferentes estilos y creencias, las herramientas del yoga son aplicadas junto con la visión del facilitador para generar diferentes cualidades que ayuden al proceso mismo, sin embargo, en general se ha entendido que el yoga Prenatal promueve salud y funciona como andamio para vivir el embarazo en calma y beneficiar física y emocionalmente a la madre.

Esta sana intención, ha generado gran bienestar, sin embargo la influencia que el yoga puede tener a lo largo del embarazo, amerita tener mayor atención al comprender el proceso como un portal de transformación de la mujer, y al mismo tiempo asumir la misión de acompañarla desde el momento de la fecundación hasta la primera crianza, el refugio en sus prácticas desde el inicio implican no sólo generar un campo de consciencia personal completo y sanador, sino generar entorno al embarazo, la mujer y el nacimiento, un cambio o regreso al paradigma de reconocimiento a la maternidad en el sentido espiritual.

Durante la vida de la mujer existen movimientos de vida que implican una iniciación, así, la niña transita a la joven y a la vida cíclica a través de la menarca y después, transita de mujer joven a la madre a través de la transición del embarazo, en el que se gesta no sólo un nuevo ser o el primer hijo, sino la futura madre y la célula de la familia por nacer.

Desde la fecundación en la entrega de la luz por parte del padre, se revoluciona un profundo movimiento en las fuerzas internas de la mujer, tanto físicas como psíquicas, así que de ser individuo se convierte en vasija o matriz portadora de vida  y queda al servicio de las fuerzas de linaje. Su estructura se re configura inmediatamente ante la información energética de las corrientes genéticas propias y del padre. Así la mujer se inicia como ciudadana cósmica al servicio de la creación, se convierte en madre.

Si bien la discusión en términos de biología, determina que no hay bebé hasta después del primer trimestre, el descubrimiento del embarazo afecta instantáneamente la consciencia de la mujer, así entonces, el bebé existe, y con él, inicia una navegación interna en torno a los programas validos dentro del sistema social y sistema familiar.

Cada trimestre del embarazo se especializa en diferentes niveles del desarrollo del bebé a nivel físico, sin embargo, también en cada uno se manifiesta la reconstrucción interna de procesos primigenios en el desarrollo de la madre, lo que permite realizar alquimia en torno a la historia de la madre que se esta construyendo capa por capa al tiempo que nutre el cuerpo anímico del bebé.

El yoga prenatal requiere actualización y aportar un amplio espectro de atención a la mujer durante esta transición y ritual de iniciación que es el nacimiento y postparto.

Al reconocer la magnificencia del proceso de vida, el yoga puede  ofrecer portales de entrada a los propios recursos, abrir un espacio contenido de internalización, fuerza, descanso y confianza en el cuerpo  y fuerzas psíquicas y dar un paso atrás en “educar”, “preparar”, “enseñar” y finalmente tomar la fuerza del proceso para si mismo.

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